El día diecinueve de marzo del dos mil veintidós, el barrio del Pi celebró con una fiesta Castellera (Castellers de Barcelona y de Cerdanyola) su fiesta mayor “Sant Josep Oriol”. El relato fotográfico propone desfragmentar temporalmente el proceso de construcción de un Castell, en donde a través de la dirección a viva voz, el entrelazado de manos y la superposición de pies sobre espaldas, conjugan cuerpos para erigir una gran torre. Narrarlo con fotografía analógica en blanco negro evoca la sensación de atemporalidad, nos recuerda que la unión de las personas siempre es un momento histórico.